Somos lo que comemos, no cabe duda. Por eso cada vez son más los estudios científicos que demuestran la importancia de seguir una dieta saludable para evitar enfermedades y que miran hacia China y hacia nuestra gastronomía. Alimentos frescos, saludables y hechos al vapor son la base de una dieta que hace que, pese a la globalización y la proliferación de restaurantes de comida rápida, China siga siendo uno de los países con menor porcentaje de obesos y enfermos de diabetes Mellitus. Según el estudio The World Factbook (https://www.cia.gov/library/publications/the-world-factbook/index.html), solo el 5,7% de la población adulta de China es obesa, frente al 26,6% de los españoles y al 33% de los estadounidenses.
Relacionada con la filosofía y la medicina
El arte culinario en China es milenario y está íntimamente relacionado con la filosofía y la medicina. Los chinos buscamos el equilibrio entre los sabores, entre los alimentos, entre lo frío y lo caliente. Y, eso, al final, se traduce en beneficios para el organismo. El arroz es nuestro alimento principal. Pese a que existen multitud de variantes gastronómicas regionales, este cereal es común a todas ellas. Con él ingerimos los hidratos de carbono necesarios.
La verdura y la fruta son otros dos ingredientes indispensables en la comida china. Nos ayudan a mantener los niveles de azúcar equilibrados y nos aportan antioxidantes. Consumimos muchas proteínas vegetales procedentes del trigo, el maíz y la soja y pequeñas porciones de pescado y carne para dar sabor.
Nunca faltan los platos cocinados al vapor ni los salteados, que no necesitan más de dos cucharadas de aceite y salsa de soja. Utilizamos pocas grasas en su elaboración y lo regamos todo con una bebida rica en antioxidantes, el té.